La capacidad de crear nace de la capacidad de imaginar. Es así como han nacido y se han desarrollado los mejores inventos a través de la historia. La imaginación no tiene límites y es muy poderosa cuando elegimos utilizarla de manera consciente como una herramienta para explotar nuestro potencial y mejorar nuestra calidad de vida. En este artículo les muestro cómo y por qué vale la pena aprender a visualizar.
Yo relaciono la imaginación con la libertad, esto lo podemos percibir de manera casi tangible en el juego de los niños, donde a través de su imaginación pueden crear y habitar otros mundos de una manera muy espontánea y recurrente. Esta capacidad expande sus mentes, les permite aprender, mantenerse curiosos, inspirarse por todos los elementos de su entorno y actuar de manera auténtica. La imaginación es libertad porque esta relacionada con nuestra conciencia y con nuestra voluntad para elegir, actuar o generar un cambio en una dirección determinada.
Todos, aunque no lo creamos, tenemos la capacidad de imaginar, solo nos falta aprender cuándo, cómo y para qué hacerlo. En el mindfulness existe un tipo de meditación llamada visualización. La visualización consiste en llevar a nuestras mentes una imagen que de manera consciente elegimos percibir, esta será seleccionada dependiendo de nuestro objetivo.
Si quiero calmarme en una situación estresante yo podría traer a mi mente una imagen de un paisaje que me genera calma. La clave está en ser tan específico como sea posible, para sentir que estamos allí podemos imaginar olores, colores, texturas, temperatura, sonidos, movimientos, etc… Otro ejemplo, que se ha venido practicando hace algún tiempo es en los deportistas de alto rendimiento que usan la visualización antes de una competencia para aumentar sus probabilidades de éxito y de seguridad al enfrentarse a la misma, imaginando los movimientos que deben hacer o como se sentirán cuando crucen la meta o cuando hagan el gol.
Lo más interesante de todo esto, es que está comprobado científicamente que aquello que tu visualizas o realizas a nivel mental, genera cambios a nivel neuronal, ya que tu cerebro no puede distinguir si solo lo estás pensando o si realmente lo estás viviendo. Es por esto que nuestros pensamientos tienen una influencia directa en nuestra mente, nuestras emociones y nuestro cuerpo.
¿Qué ocurre en ti a nivel mental, a nivel emocional y a nivel físico cuando imaginas situaciones negativas? Puedes empezar a sentir tensión en tu cuerpo, sudoración, emociones como el miedo o la tristeza, tu mente esta nublada, turbulenta o cansada.
¿Qué pasa si todos los días imaginas situaciones negativas? A largo plazo, podrías empezar a sufrir de patologías crónicas o desarrollar trastornos psicológicos.
¿Y que pasa si amplias tu visión, expandes tu mente y decides traer luz y color a tu vida?
¿Quieres probar?
A continuación, te propongo un ejercicio práctico para empezar a practicar la visualización como herramienta de autoconocimiento, como hábito saludable y como estrategia para mejorar tu rendimiento académico o laboral.
Imagina tu día ideal (puedes grabar este texto para oírlo cuando lo necesites):
¿Qué actividades haces? ¿Con qué personas estás? ¿Cómo te sientes? ¿Qué ropa usas? ¿Cómo está el clima? Todo aquello que agregue felicidad a tu vida puedes incluirlo en este día.
Te invito a que sigas nutriendo tu mente con pequeñas acciones como está que te generan bienestar y te motivan a cumplir tus sueños. Porque si hacen parte de tu mente pueden hacer parte de tu realidad.
Si quieres seguir practicando te recomiendo: