Uniendo nuestro rompecabezas:
La integridad y el paso a la acción como
fuente de plenitud

“No siempre podemos hacer grandes cosas, pero si podemos hacer pequeñas cosas con gran amor”.

- Madre Teresa de Calcuta

¿A veces te preguntas por qué a pesar de llevar una vida cómoda y cumplir con tus responsabilidades no te terminas de sentir satisfecho con lo que tienes o lo que logras? ¿A veces te cuestionas por qué en tu día a día se presenta el sufrimiento y la desmotivación sin motivo aparente? ¿Y alguna vez te has preguntado cómo se sentiría quitarte de encima esa maleta llena de temores, apariencias, pereza o malas vibras que has venido acumulando y cargando durante los años? Entonces sigue leyendo…

 

Resulta que hay una palabra milagrosa de la que poco hablamos y que podría afirmar es la llave que te permite abrir la puerta a la paz interior y a la plenitud, esta palabra es INTEGRIDAD. La integridad es definida como: “La condición de un individuo u objeto de mantener todas sus partes, esto no incluye solo lo físico sino también los valores y las convicciones. Se puede afirmar que una persona es integra cuando actúa de acuerdo con las ideas que ha manifestado”.

 

Ser integro como lo dice su definición significa que estamos completos, enteros, que somos uno y no un montón de piezas regadas de diferentes rompecabezas que parecen no encajar. Trabajar por alcanzar la integridad consiste entonces en identificar las piezas que corresponden a nuestro propio rompecabezas, las piezas que encajan con ligereza y facilidad, aquellas que se sienten seguras donde están y que al unirlas nos sentimos fuertes, vibrando alto y en confianza para afrontar lo que venga.

 

Encontrar estas piezas no es nada fácil, resulta que nuestro rompecabezas esta completo al momento de nacer, somos 100% íntegros, sin embargo, mediante el contacto con otros agentes externos y con nuestra cultura empezamos a matizar y modificar algunas acciones y pensamientos que nos han pertenecido por naturaleza.

Empezamos a tirar a la basura algunos de los fragmentos que de “fabrica” nos corresponden y apilamos otros que nos vamos encontrando en el camino porque creemos que pueden ser más adaptativos para sobrevivir a nuestro entorno, un entorno que muchas veces celebra “lo normal” o más bien “lo igual” y que humilla y esconde “lo diferente” o más bien “lo real”, lo que nos provee ese espíritu único.

¿Cómo hacemos para encontrar nuestras piezas originales? A través de la acción intencionada. Haciéndonos conscientes de que muchas veces el sufrimiento ocurre cuando actuamos desde lo que otros esperan de nosotros, desde lo que traemos aprendido que ya no nos sirve y no desde lo que nosotros deseamos ahora, en este momento, en nuestra realidad.

 

Sabemos que la integridad se alcanza cuando nuestros valores, nuestras ideas y nuestras acciones están alineadas. Entonces, si queremos redescubrir aquello que realmente deseamos debemos notar cuales de las acciones que ponemos afuera están en disonancia con nuestros valores más profundos. Luego procuramos actuar con coherencia, con intención. No importa si el paso que damos es minúsculo, la clave es ACTUAR.

 

Con la práctica diaria, la acción intencionada nos ayuda a encontrar un ritmo de vida que nos genera alta satisfacción y tranquilidad. En nuestro día a día, tendemos a actuar de maneras repetitivas, conocidas, fáciles, automáticas… y lo hemos oído antes: si queremos resultados diferentes debemos actuar diferente. Hoy te invito a preguntarte, en los diferentes contextos de tu vida ¿qué tipo de acciones puedes tomar desde tu propia iniciativa e ingenio?

Estas acciones que nacen de ti, aquellas verdaderamente creativas y que a veces nos da miedo poner afuera, ante los ojos de otros, son las que se encargarán de ajustar todas las piezas de tu rompecabezas en el lugar que corresponden.

 

Un primer paso en esa dirección deseada permitirá que:

 

  • Aquello que te rodea se afine y alinee con tu propósito vital.
  • Tus relaciones sean más reales y honestas.
  • Atraigas a tu vida a aquellas personas, objetos y situaciones que vibran en tu misma frecuencia.
  • Adquieras la capacidad de seguir innovando y de tener ideas originales.
  • Sientas una inmensa gratitud hacia lo que te rodea.
  • Conectes con tu motivación intrínseca – el motor para movilizarte y activarte hacia el cumplimiento de tus verdaderos sueños.

 

La integridad te provee paz y plenitud porque te permite encontrarle un sentido más profundo a tu vida y actuar en todas las circunstancias con intención y propósito. Ahora, ve, crea algo, libéralo al mundo y no mires atrás.

 

  • Mi recomendación si quieres aprender un poco más:

    Libro: “The Way of Integrity: Finding the Path to your True Self” / “El Camino de la Integridad” por Martha Beck.

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